En cierta ocasión (siendo yo un niño aun) consulte con mi papa acerca de cierta cosa (ahora no recuerdo que) sobre la que no estaba seguro de si debía creerla o no, era algo que me había dicho un tercero, sin ahondar en el "que" él me respondió con lo siguiente: “ves ese autobús, afuera dice la dirección que lleva, pero si aun no crees que va en esa dirección, acércate y pregúntale al chofer, y si aun no lo crees, móntate en el autobus y llega al final del recorrido para comprobarlo”.
Lo resaltante del asunto es que no me pidió que le dijera que me preocupaba creer, respetó mi privacidad, y de paso me dio una lección que me ha servido para resolver cualquier duda que tuviese en el futuro, así como a saber en quien confiar.
Esteban fue un gran resolvedor de crucigramas, compraba el diario “El Nacional” todos los días y después de leerlo resolvía el crucigrama antes que la noche llegara, las palabras que no se sabia las buscaba en el diccionario o en las enciclopedias que teníamos. Cuando alguno de nosotros (sus hijos) tenia una pregunta (de esas que no son sencillas) el nos respondía “alli tienen un diccionario y/o una enciclopedia, investigue, busque, averigüe". De esa manera nos enseño a investigar, a buscar, a leer, a no quedarnos con una sola informacion, una sola idea.